Tienes toda la razón, yo extraño a mi ex a veces. Osea no a cualquiera de mis exes, a ella. Pero, te repito que a veces, no todo el tiempo. Hay días que no me acuerdo, como aquel otro día en Lima cuya fecha y día semanal se me resbala por la memoria. Bum! Se cayó de poto, así la veo a mi memoria, como una... una viejita no, eso es muy triste. Como una indigente o una drogadicta, muy muertadehambre o muy high para evitar irse de boca o de poto contra el piso.
Pero yo decía, que ya no sé a estas alturas si no será todo una patraña, y me comí el nopuedoolvidarte sólo para no salir nunca del duelo. Un cocoon de dolor, de angustia, de textraños, de las mismas escenas, la misma mala película que te hace llorar; aunque sepas que es mala y que la has puesto para llorar en falso. De cómo el dolor evoluciona en zona de seguridad, ya sabemos qué pasa aquí, sabemos cómo lidiar con eso y la verdad... la verdad, nadie es suficientemente suficiente.
En todos los putos sentidos que me pueden. Me puede ella. Así, pero ya no siempre la extraño, todo es borroso y por eso me aferro. Aquí se está bien, a veces nos pseudoduele y otras nos arrecha el corazón, la nostalgia.
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